jueves, 9 de febrero de 2017

Queremos libertad para tener sexo gay

Dicen que todos los grandes proyectos comienzan con una buena declaración de intenciones, por eso voy a comenzar así este blog, haciendo una declaración que explique exactamente qué es lo que quiero conseguir a través de él.

Y la cosa no es complicada, creo yo; como explico en el título, estoy harta de tanta hipocresía y tantas palabras políticamente correctas, y pido que de una vez se dé libertad a toda la cultura gay, nos guste o no. Y que por supuesto el sexo gay deje de ser un tabú imposible de franquear, aunque ya se sabe que el sexo, en general, y su aceptación, es uno de las grandes asignaturas pendientes de nuestra sociedad.


Como lesbiana que soy, me parece a veces aberrante la forma en que se trata a los hombre homosexuales, yo diría que mucho peor que a las mujeres. Entiendo que en esta sociedad machista, lo que se espera del género masculino es que sean unos hombres musculosos, fuertes no sólo de mente sino también de cuerpo, y que protejan a las mujeres como si fueran antiguos caballeros andantes; y por supuesto, que se olviden de mirar a otros hombres.

Está claro que los hombres también son víctimas del machismo, como se puede ver. Parece ser que los negros gays son una cosa impensable, porque ¿cómo va a ser gay un tío que carga una polla inmensa? Por dios, qué desperdicio usarla con otro congénere, en vez de ir dejando mujeres preñadas por ahí. Sin embargo, parece que cuando vemos porno vídeos de gays, y los protagonistas son asiáticos homosexuales, al menos aquí en occidente no nos rasgamos las vestiduras, supongo que porque no tenemos ningún mito erótico basado en ellos; y eso que se llevan, como podemos ver.

Y si ver a dos hombres besándose ya nos hace rasgarnos las vestiduras, si tenemos que presenciar unas mamadas gay no sé qué podría pasar (no en público, eso ya sería exhibicionismo porno por lo menos, jajaja). Eso sí que le parece una aberración a mucha gente, y no entiendo por qué, si en mi caso es tan placentero el sexo oral, y a la gran mayoría de los hombres heterosexuales gozan tanto con ello también. A veces somos tan absurdos en nuestra intolerancia, que no nos ponemos a pensar en las tontería que cometemos.

Incluso en algo tan amable como la animación porno podemos encontrar estos tabúes. Es difícil encontrar vídeos de anime gay, incluso pagando por ellos, ya que las películas xxx no suelen tocar ese tema; y fijaos que no ocurre igual con las mujeres homosexuales, ya que el tema del lesbianismo sí que se suele tocar más. Al parecer, también en Asia tiene tantos prejuicios como en occidente.

Así que ya sabéis, estamos aquí para luchar contra la homofobia y el rechazo al mundo gay; queremos que todo se normalice, y que hombres y mujeres homosexuales gocen de su sexualidad de la misma forma y con las mismas normas que los hetero. Y aquí seguiremos luchando por ello.